Opinión.
Por Laura Montoya
Quiero destacar entre mis conclusiones del debate de precandidatos del partido conservador, que a Andrés Felipe Arias solo lo quieren en su casa y en la de los beneficiarios de AIS. ArIas fue el gran derrotado en el debate. Al muchacho no le quedará sino dedicarse a jugar Risk con sus amigos comprados, porque de estrategia política no sabe nada.
En el transcurso del debate, no hubo una sola persona del set, incluyendo a los periodistas, que no revelara desdén, burla o cuestionamientos profundos -como fue el caso de Noemí, hacia ArIaS. Bien porque su identidad es -valga mucho la redundancia- idéntica a la del Presidente Uribe y esto lo convierte en una "llanta de repuesto" como graciosamente lo llamo Leyva. Galat hace días que se pronuncia despectivamente de él en referencia a las acusaciones sobre corrupción que lo rodean y esta vez le llamo Robin Hood Neoliberal. De Noemí no esperaríamos menos, parece haberse convertido en una caja de resonancia de todas las inconformidades y quejas que tengan los colombianos de ArIaS, de su gestión en la cartera de agricultura y de su actitud de “político arribista”, como también fue bautizado ayer.
Pero sorpresa fue la zancadilla que le hizo Marta Lucia, a pesar de que él fue el único que dió un voto a los contendores presentes y fue precisamente a ella. Andrés Felipe se mereció más que nuca su apodo de Uribito. En los últimos días se le veía muy amañando con Marta Lucía y a ella recíproca, descalificando por su cuenta a Noemí. Esta copia pirata del Presidente, promovió, como un adolescente el todos contra una y terminó jugando él solo contra todos. Al final Marta Lucía le mando sus zarpazos a ArIaS: No cayó en la dialéctica del Caguán, al cual Uribito, a su tierna edad, no fue invitado porque no existía aun vestigio de él en la arena política –a mucho honor. ¿Se le olvido a Uribito que Marta a diferencia de Noemí, Sí fue parte del gobierno Pastrana y por demás muy exitosa Ministra de Comercio? Le quemo el cartucho de las lealtades con Uribe de una vez por todas, y lo mejor: cuando había que suponer que no se estaba en la consulta y se debía votar por cualquiera de los otros, no le devolvió su voto, ¡se lo dio a una mujer!
Solo había una mujer diferente a Marta en el set que pudiera recibir ese voto.
A Uribito le quedan muy pocos aliados para esta consulta en la que de acuerdo a las encuestas, no cuenta con el fervor del pueblo. Además de los votos comprados con el presupuesto de agricultura y de lo que pueda transar su maquinita clientelista so pena de la ley de garantías, le va a tocar implorar benevolencia de Juan Manuel Santos pues el teflón del pobre Presidente Uribe no aguantaría una abogacía más en defensa de sus ministros o ex ministros mediocres. En cambio Noemí, que parece haberse sintonizado en el fervor que desperto en el año 1998, tiene todas las puertas abiertas a las posibilidades de alianza.
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